quinta-feira, 4 de dezembro de 2008

Morte dragoniana


Esta semana comezou coa dramática morte de Soseki. Que quen carallo é Soseki? Canta incultura! Soseki era (que xa non é) un gato (é dicir, un bicho) propiedade de Sánchez Dragó.


Non é prato do meu gusto furgar nas feridas alleas e acostumo a respectar as penas dos demais. Porén, despois de ler o panexírico gatuno publicado o luns nas páxinas de cultura de El Mundo, non podo resistirme a facer un par de apuntamentos.


“No es fácil escribir con los ojos anegados en lágrimas. No es fácil escribir con dos comprimidos de trankimazín en el cuerpo. No es fácil escribir cuando se está sonado. No es fácil escribir con 72 horas de insoportable dolor a cuestas y sabe Dios cuántas más, o días, o semanas, o meses así, por delante. No es fácil escribir después de asomarse al horror. No es fácil escribir -dicen- después de Auschwitz. No es fácil escribir, en efecto, cuando el sentimiento de culpa nubla la inteligencia y desgarra la conciencia. No es fácil escribir cuando un ser inmensamente amado que te amaba inmensamente muere y tú has sido el instrumento involuntario de esa muerte. No es fácil escribir cuando, para hacerlo, se aprieta la tecla de encendido del ordenador y lo primero que aparece en su pantalla es la imagen de la persona que se ha ido para siempre. No es fácil escribir, en suma, cuando no se tienen ganas de vivir”


Un momentiño, un momentiño. Comparar a morte dun bicho produtor de bolas de pelo con Auschwitz é demasiado. Este non tomou dous trankimazín, tragou un frasco enteiro de tripis.


“Y yo, sin embargo, en el último instante de su vida, cuando la mano de hielo de la muerte se cernía sobre él, no supe protegerlo, no estuve a la altura de lo que las circunstancias exigían ni de la ciega confianza que había depositado en mí. Le fallé, le fallé, le fallé... ¡Dios! Rasca, cruje, duele, hiere. Nunca me he sentido tan mal”


Que dramatismo! Vai ser mellor poñer fin a tal sufrimento. Que pasou, metiches o gato na lavadora ou que?


“En el lugar donde murió -un montacargas- hemos encendido velas y unas varillas de incienso, y hemos puesto un tazón de friskies, un cuenco de agua, unas briznas de la hierba que le gustaba mordisquear y un puñado de los chicles especiales que le dábamos, a veces, como premio de su conducta, siempre intachable. Es lo que, según los budistas japoneses, hay que hacer en tales casos”


Entón foi un accidente laboral. Mira que facer traballar ao gato, menudo explotador.


Cando menos agora os ovillos de la poderán corretear tranquilos. Ou é que ninguén pensa nos ovillos de la?


2 comentários:

Anónimo disse...

e nom sera "draconiana"??

Silvia Bermúdez Pérez disse...

É "dragoniana" porque o gato (ou bicho) era de Sánchez "Dragó".

Xa estará recuperado de tal traxedia?